El argumento de este sexto libro de la serie Los Hijos de la Tierra es el siguiente:
Este último libro lo he leído con muchas ganas, pero en ciertos aspectos me ha decepcionado. (Cuidado con los spoilers, si los oculto posiblemente tenga que ocultar toda la entrada, así que aviso y los dejo al aire).
En este último libro llegamos con una Ayla que ya está integrada entre los zelandonii, que además se ha casado con Jondalar y tiene su hogar y todas sus cosas. Además, se mete en la zelandonia y se prepara para ser Zelandoni (o no, porque eso no se sabe, pero en su caso parece algo inevitable). Esperaba encontrar problemas con todos los personajes que en el anterior libro dejaron claro que le tenían aversión a ella o a Jondalar, o a los dos.