Una familia es seducida por el misterioso canto de sirena de una extraña criatura. La melodía emana desde la laguna vecina cuando oscurece. En ésta primera obra larga de la talentosa artista, Lilli Carré, el quid de la historia es cómo reacciona cada uno de los miembros de la familia a la canción. Para el sabio ? y a veces un tanto demente- abuelo, la canción le recuerda que, en el tiempo que le queda, debe pararse a respetar, apreciar y temer a la naturaleza. La canción insinúa algo que Zoey, la hija, es demasiado joven para comprender en su totalidad.La historia no tiene ningún sentido, más allá de poder pensar que se trata de algún tipo de fantasía que en realidad no ocurre (del abuelo, de la niña), o que es algo inexplicable, una especie de "mito de monstruo de lago". Los personajes entran y salen de la historia como si nada, como si no hubieran estado allí antes, la historia sigue y te quedas como diciendo “bueno, ¿y qué pasa con los otros?”.
En fin, una cosa extraña.
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