La sinopsis de este libro es:
Año 2050. La industria alimentaria mundial está gestionada por los chinos, que han acaparado los mercados y dirigen los establecimientos dedicados a la hostelería y el ocio. Media humanidad se alimenta de productos que se extraen de la soja, el maná del siglo XXI. Euskadi es el último reducto donde se conserva intacta la tradición gastronómica que ahora funciona casi como una religión que da cobijo a quienes quieren luchar contra la gran invasión china y sus productos elaborados con derivados de la soja. Carlos Zabala es un joven sin más talento que haber nacido en una familia propietaria de un restaurante que atrae a su clientela gracias a la tarta de queso que hace su abuela con una receta secreta. Un desgraciado día Carlos acompaña a su padre en una misión que cambiará su vida para siempre. Deciden intentar sonsacar a la abuela la receta de la famosa tarta para que no se la lleve a la tumba y maldiga el futuro de la familia Zabala, uno de los clanes importantes dentro del mundo de la cocina.Este libro me llamó la atención cuando leí el título que tenía, y la sinopsis, porque parece un libro de estos con los que te partes de la risa. Así que por fin me puse a leerlo, y la verdad es que me lo he pasado bien leyéndolo, aunque no era lo que me esperaba. Esperaba algo que me sacara carcajadas, y no fue así, fue algo más moderado pero sí que pasé buenos ratos leyéndolo (es corto y tampoco tardé mucho). Como podemos leer, Carlos y su padre se disponen a sonsacar a su abuela la receta de la tarta, y a partir de ahí yo imaginaba que empezarían una "lucha encarnizada" contra los restaurantes chinos para volver a la cocina casera y que dejaran de alimentar al mundo con derivados de soja. Pero...
Pero no es eso lo que ocurre. No consiguen la receta de la tarta, pero la necesitan sí o sí para seguir con su restaurante y seguir luchando contra los chinos (la tarta tiene mucha fama y eso hace que la gente vaya allí y les conozcan y tengan privilegios y puedan seguir comprando comida "de verdad"). Así que lo único que se les ocurre es que Carlos se infiltre en una congregación de monjas que fue donde su abuela aprendió a hacer la tarta. Esta en la mejor parte sin ninguna duda (imaginaos la conversión de un hombre en una mujer, pero no sólo eso, sino en una monja xD). Es la mayor parte del libro y es donde mejor te lo pasas, con las ocurrencias de Carlos. Porque la gracia del libro está en cómo nos va contando las cosas (las cuenta él como narrador), más que en lo que le va sucediendo (que también).
La historia transcurre muy deprisa, el autor podía haber alargado un poco más algunas cosas y haber cerrado otras que quedan sin resolver, por ejemplo (cuidado spoilers):
- ¿Qué pasa con la puta de la que se "enamora" Carlos? ¿Vuelve a verla? ¿Pasa de ella? (Porque como se enamora de todas... xD). Es que claro, cuando consigue la receta el libro se acaba, como quien dice.
- ¿Se enteran las monjas alguna vez de lo de Carlos? ¿Sospecha algo esa monja que le pregunta por su familia?
- ¿Qué es lo que hacen para encarrilar las almas perdidas en internet? xD
Por cierto, ¿esto qué es? --> "Los Zabala podemos aguantar semanas sin hablar, no así Ramón, que era de padres andaluces." O sea, que los vascos hablan poco y los andaluces, mucho... Pues conozco yo a un vasco que no se calla ni debajo del agua (a no ser que le des una bolsa de conguitos xD)...
Así que nada, la verdad es que el libro está muy entretenido y se lee rápido, porque no es muy largo. La mayor pega que le pongo es que acaba muy de golpe, da la sensación de que se quedan muchas cosas por saber o sin aprovechar.
Ahora, a leer y a comentar :)
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