"Una fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, un anciano desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra que ha acabado con su familia y destrozado su aldea. La guerra le ha robado todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu, que en su idioma significa «Mañana dulce», una niña tranquila que duerme siempre que el abuelo tararee su nana, la melodía que han cantado durante generaciones las mujeres de la familia. Instalado en un piso de acogida, el señor Linh sólo se preocupa por su nieta, su única razón de existir hasta que conoce al señor Bark, un hombre robusto y afable cuya mujer ha fallecido recientemente. Un afecto espontáneo surge entre estos dos solitarios que hablan distintas lenguas, pero que son capaces de comprenderse en silencio y a través de pequeños gestos. Ambos se encuentran regularmente en un banco del parque hasta que, una mañana, los servicios sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonar. El señor Linh consigue, sin embargo, escapar con Sang Diu y adentrarse en la ciudad desconocida, decidido a encontrar a su único amigo. Su coraje y determinación lo conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor."
Este libro es corto y se lee bien. En principio no parece muy interesante por la sinopsis y eso, pero llega uno a querer al viejo señor Linh y a entretenerse con la vida que le toca llevar en un país desconocido, porque estás con la cosa de saber qué hará y cómo se integrará (o no) en el nuevo país. Así que se va leyendo con interés y con ganas, para ver en qué acabará todo. Su amistad con el señor Bark y los cuidados que da a su nieta hacen que aún nos caiga mejor y que deseemos que todo le vaya bien. Y al final nos llevamos una sorpresa... ¿está el señor Linh loco?
¿El dolor de la guerra acabó con su cordura? ¿Lo llevan entonces a un asilo de ancianos normal, o a un asilo donde hay ancianos enfermos y con problemas? Porque como no pueden salir y parece que los ancianos tampoco son muy comunicativos ni nada de eso...
Lo mejor sin duda es el final. Primero, porque los dos amigos se encuentran cuando parecía imposible, yo esperaba que en cualquier momento apareciera alguien del asilo para llevarse al señor Linh... ¡Menos mal que no fue así! Y segundo, porque descubrimos la verdadera "identidad" de la nieta (ya decía yo que era una niña demasiadíiisimo buena, que ni lloraba ni se quejaba nunca por nada...).
De todos modos para mí ha sido un libro entretenido sin más. Aunque depende de cómo sea cada uno te puede tocar más o menos la fibra sensible, tampoco es una de esas historias que recuerdas una y otra vez y recomiendas a la gente. Pero está bien.
¿Conocíais este libro? ¿Lo habéis leído? ¿Os gustó? Comentad :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario