Sinopsis:
En el transcurso de un viaje en tren, Luke Fitzwilliam se sienta junto a la anciana señorita Pinkerton, quien le explica que en el pueblo de Wychwood están teniendo lugar una serie de asesinatos, aparentemente perfectos, y le confía sus sospechas acerca de que la próxima víctima será el doctor Humbelby.Fitzwilliam no toma en consideración los temores de la anciana hasta que, al día siguiente, lee en el periódico que el doctor Humbelby ha desaparecido y la señorita Pinkerton ha sido arrollada por un coche cerca de una comisaría.¿Simple coincidencia? Para averiguarlo, el señor Fitzwilliam decide trasladarse al enigmático pueblo para, una vez allí, descubrir que no solo está repleto de secretos, sino que, escondido entre todos ellos, esperando el momento ideal para volver a actuar, se encuentra el asesino.
Este libro me ha parecido muy fácil de leer y muy ameno. Pero, a su vez, no da la impresión de estar muy bien hilado. Parece que la autora no tuviera todavía mucha experiencia porque me da la sensación de que todo se tambalea un poco (ese amorío rápido entre Luke y Bridget, por ejemplo, me parece muy irreal y forzado; también me resulta raro que no se llegue a investigar al de la tienda de antigüedades cuando lo pillan con sangre en las manos y todo...), es como si se hubiera dejado llevar un poco por la historia para aquí y para allá. Aun así, es entretenido y no me esperaba para nada quién era el asesino, que es lo que me gusta.
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