📖 200 páginas 📖
Sinopsis:
Ayoola tiene un serio problema con sus novios: cuando se cansa de ellos, cuando le decepcionan, o a veces sin motivo aparente, los mata. Ya lleva tres, lo cual la convierte en una asesina en serie. La única que lo sabe es su hermana Korede, que movida por un amor fraternal cada vez más en el alambre, ha ayudado a Ayoola a eliminar pistas, cubrir sus pasos y, en definitiva, evitar que se descubra que aquellas misteriosas desapariciones de hombres jóvenes que se están produciendo en Lagos llevan su marca letal. Por si la situación no fuera suficientemente complicada, Korede contempla horrorizada cómo su hermana empieza a salir con el hombre de sus sueños, por lo que deberá replantearse su rol de cómplice, si no quiere que este triángulo amoroso termine en un baño de sangre.
Desde la primera página me gustó, se lee con facilidad, me ha parecido muy ágil. Pero la protagonista no me cayó bien desde el principio, ¡parece que vive amargada! No me gusta su forma de ser. Y la hermana para mí estaba claro que se estaba haciendo la víctima cuando era una asesina con todas las de la ley. Me ha resultado interesante ver la línea de pensamiento de Korede y como poco a poco se va enterando de las cosas que ha hecho su hermana. Así se entiende mejor su forma de reaccionar, porque claro, si la primera vez la encubres porque crees que era en defensa propia, ¿cómo vas a delatarla la segunda?