"Edgar Freemantle pierde el brazo en un terrible accidente que también le retuerce la mente y la memoria para dejarle lleno de rabia, y solo rabia, cuando empieza el proceso de recuperación. Su matrimonio, que le dio dos hijas maravillosas, se ha roto y Edgar quisiera no haber sobrevivido a las graves heridas que le produjo el accidente. Quiere huir. Su psicólogo, el doctor Kamen, le propone que empiece una nueva vida.
Edgar alquila una casa en Duma Key, un terreno de la costa de Florida. Allí comienza a dibujar. En la playa entabla amistad con Wireman, otro hombre a quien le cuesta hablar de sus heridas, y con la anciana Elizabeth Eastlake.
Entonces descubre en sí mismo un talento artístico extraordinariamente peligroso. Muchos de sus cuadros contienen un poder que ni él sabe controlar. A medida que se van descubriendo los fantasmas de la infancia de Elizabeth, el poder destructivo de los cuadros se convierte en algo realmente devastador."
Este libro fue un regalo por cortesía de Juuuuules :D
A ver cómo lo comento... En general, este libro es bastante interesante y entretenido, y laaaargo. La historia va por unos derroteros que, en un principio, uno no se imagina. Me gusta cómo se va desarrollando todo y pasando de unos sucesos a otros, ya que el proceso es "como el que no quiere la cosa", y cuando te das cuenta te pasa como al protagonista, que cada vez que pinta un cuadro la lía cada vez más gorda, y no se ha percatado de ello.
Al principio la historia es normalita, porque claro, hay que explicar quién es el personaje, cómo fue el accidente y todo lo que le lleva a irse a vivir a Duma Key una temporada. Esto no quiere decir que sea una parte aburrida, es interesante y también inquieta un poco, pero quiero decir que no es la historia principal.
Luego, cuando llega a Duma, empieza una vida "normal" sólo que dedicándose a pintar. Y es a través de esos cuadros que empieza a descubrir que algo raro pasa... Al conocer a Wireman y a Elisabeth Eastlake ya empecé a fijarme en la anciana (y más después del "encontronazo" que tuvieron Edgar e Ilse con ella en su "excursión") para ver qué pasaba con ella... Pero no imaginaba todo lo que tendría alrededor. Edgar se lleva bien con Wireman y también con Elisabeth, aunque a veces a ella se le vaya la cabeza y le diga cosas sin sentido (¿o con un sentido oculto? ...).
Me gusta cómo, al final, todo va encajando. No tiene el típico "final Stephen King", ese de "ahora pongo algo que no tiene nada que ver" o algo así raro, sino un final bueno, un final cerrado, y además bien planteado.
A mí no se ocurría por qué Wireman renunció a la casa y a la isla y se quedó sólo con el dinero y las acciones. Pero un poco más adelante, cuando queda claro lo que habían planeado Edgar y él para la isla, ya lo entiendo, y además es una muy buena opción para hacer desaparecer todo ¡hala, a tomar viento todos los bichos esos raros que dibujó Libbit, los pájaros cabeza abajo y las ranas con "piños"!
Por cierto, que no entiendo lo de las pelotas de tenis. ¿Qué sentido tienen? No sé, será cualquier cosa rara de Perse, pero no le veo explicación... Ilse no jugaba al tenis ¿no? Ni Edgar. Elisabeth sí, pero eso no tiene que ver con ella, así que... ¿?
Este libro me causó más inquietud que el de "Cell", porque a mí todo lo que sean muñecos que reviven... no me hace mucha gracia. Y eso de que Perse estuviera tan quieta por el día y en el momento en el que se hace de noche revive y empieza a morderle a Edgar ¡da yuyu!
Me habría gustado también saber de dónde salió. ¿Quién la creó? ¿Qué era en su origen? ¿Desde cuándo existe? ¿Qué cosas han ocurrido por su culpa en el mundo? Y esas cosas.
Por otro lado, me hubiera gustado que la historia avanzara más rápido, aunque en realidad son tantas cosas las que pasan y tantos los personajes diferentes que sería difícil quitar o recortar alguna parte... No pensaba que el libro sería tan largo, pero es que las hojas son como de papel de fumar y la letra pequeñita, claro, así que resulta ser más largo de lo que aparenta (¡724 páginas!). Y muchas veces me daba la sensación de que por fin iba a descubrir qué pasaba con la isla y con los cuadros, y ¡nada! Otro enigma. ¡Mecachis!
Por cierto, cuando Wireman habla en español ¿no podrían haber traducido eso en otro idioma, en la versión española del libro? Porque así los lectores españoles nos hacemos una idea de la verdadera sensación que transmite el personaje ¿no? Quiero decir, cuando una persona lo lee en inglés, vería las frases en español y eso daría una sensación rara. Al hablar español el personaje, entiendo que los diálogos se dejen en español (aunque al menos se señala lo que se decía en español en el original); pero sin embargo se quita esa sensación del lector de ver cómo un personaje, de vez en cuando, habla en otro idioma.
En resumen, un buen libro, para leerlo tranquilamente y disfrutar de él. Lo recomiendo a todos los que les gusten la intriga, la inquietud, el misterio y los sucesos sobrenaturales :)
En este espacio pretendo dar rienda suelta a mi eterna idea de recopilar todos los libros que tengo, que quiero, que he leído y que quiero leer, idea que nunca (hasta ahora) había llegado a desarrollar, y no por falta de ganas, ya que me encanta leer y me encantan los libros (físicamente). En principio, esto nació de la idea de incluir solamente libros y, como mucho, cómics. Pero ya puestos, he decidido acoger también algunas películas y series, para crear así un lugar más completo al que pueda acudir para recordar libros que quise leer, series que me recomendaron, cómics que me gustaría tener y películas que ya he visto (que se me olvidan, sí). Aún así, imagino que los libros ocuparán la mayor parte de este blog (o no). Espero que todo visitante de este blog encuentre algo de su interés, pues sería magnífico que esto sirviera a más gente aparte de a mí misma. :)
"En el ser humano hay un pedazo de carne que si está sano, todo él está sano, y si está corrupto, todo él está corrupto. Y ese órgano es el corazón". En "Respirar por la herida".
"Es una sensación extraña. Allá donde voy, soy el primero. ¿Salgo del vehículo de superficie? ¡Soy el primer tipo en llegar! ¿Subo a una colina? ¡El primer tipo en subir esa colina! ¿Doy una patada a una roca? ¡Esa roca no se había movido desde hace un millón de años!" Mark Watney, en "El marciano".
"En la vida, hay que concluir las cosas debidamente. Sólo entonces puedes soltarlas. Si no, te quedas con palabras que deberías haber dicho y que no dijiste, y el corazón se te llena de remordimiento". Pi Pattel, en 'Vida de Pi'.
"Estaba tan ocupado en misas y reuniones de la organización que se había olvidado de pegarme". Paula en 'Gritos silenciosos'.
"Aquella noche, por ejemplo, llegué a casa, me acosté y dormí como un muerto. Cuando me desperté, vi que la almohada estaba llena de baba. Aunque Freud no lo dejara escrito y prefiriera perder el tiempo con sutilezas siempre discutibles, un sueño baboso es necesariamente un sueño feliz". En "La flaqueza del bolchevique".
"Lamentablemente, su cuerpo estaba desprovisto de sangre, lo cual era incompatible con lo que la ciencia entiende por una saludable y vital existencia". En 'Crímenes exquisitos'.
"Supongo que se puede convertir algo en verdad persiguiendo, acabando con los que opinen lo contrario y ocultando todo indicio que no apoye esa 'verdad' ". Máreck a Córbeck, en "El navegante de la eternidad"
"A los profesores se les culpaba de cualquier cosa que funcionara mal con los muchachos, y a la vez se recurría a ellos como si fueran los únicos capaces de salvarlos". Eva Katchadourian, en 'Tenemos que hablar de Kevin'.
"- Recuerdo que, estando en la cuna, pensaba que era el bebé más bonito del mundo. Entonces mi niñera me miró y me dijo: "Tenéis una cara que sólo una madre podría amar". Me sentí decepcionado por ser feo en lugar de hermoso, y me decepcionó que la niñera fuera tan poco amable.
- Si realmente os hubiérais sentido hermoso, no os hubiera importado lo que ella dijo. No os hubierais sentido decepcionado."
"Somos escritores porque hacemos diferente una cosa que todo el mundo sabe hacer: escribir. Ahí reside todo nuestro ingenio". Harry Quebert a Marcus Goldman, en "La verdad sobre el caso Harry Quebert".
"El viejo y el burro por delante, el perro enloquecido y luego las cabras, dejando tras de sí una estela de cagadas como la cola de un cometa." En "Intemperie".
"La frontera es aislamiento, tanto físico, como de pensamiento." En "La Era del Arco Iris".
"Lisbeth Salander se lo quedó mirando un largo rato y concluyó que era idiota y que no iba a dedicar muchos segundos a preocuparse por su existencia." Sobre Hans Faste, pág. 601 de "La reina en el palacio de las corrientes de aire".
"El acto esencial del Partido es el empleo del engaño consciente, conservando a la vez la firmeza de propósito que caracteriza a la auténtica honradez. Decir mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido sólo por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega..., todo esto es indispensable." Pág. 260 de "1984".
"Dediqué los primeros veinticinco o treinta años de mi vida a disculpar y perdonar a gente como Harald porque éramos familia. Luego descubrí que el parentesco no es una garantía de amor y que me faltaban razones para defender a Harald." Henrik Vanger, en "Los hombres que no amaban a las mujeres".
"Si un escritor desprecia a otro, basta con no leerlo, basta con escribir libros infinitamente superiores, basta con humillarlo infligiéndole páginas de una virtud inalcanzable para él, basta con escribir y callar y dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Pero cuando un escritor pone tanto empeño en destruir sistemáticamente a otro (que a final de cuentas es un colega y un competidor), actúa como un mafioso y no como un artista." Javier Garcés, en "Morirás mañana".
“Yo creo que los números primos son como la vida. Son muy lógicos pero no hay manera de adivinar cómo funcionan, ni siquiera aunque te pasaras todo el tiempo pensando en ellos.” Christopher John Francis Boone, en “El curioso incidente del perro a media noche”, cap. 19.
- Déjame ir o me tiraré un pedo en tu boca.
* Podré hincarte el diente igualmente.
- Pero no tendré buen sabor.
* Pero estarás muerta.
- Volveré a nacer. Y antes de morir me habré tirado pedos en tu boca. Y el sabor no se te irá en muchos días.
Conversación entre Kim y Throsten en "Maldito Karma", cap. 22.
"Marie, lo que dice la Biblia tiene que ser verdad. Las historias son tan pasadas de rosca que no se las puede haber inventado nadie." Michi, en "Jesús me quiere", cap. 6.
"(...) saltando de la cama, [el lobo disfrazado de abuela] aferró a Caperucita Roja con sus garras, dispuesto a devorarla. Caperucita gritó; no como resultado de la aparente tendencia del lobo hacia el travestismo, sino por la deliberada invasión que había realizado de su espacio personal."
- Amor, familia, logros... todo se destroza, nada perdura. ¿Qué valor tiene lo que hacemos? * El valor está precisamente en hacerlo, pero el valor desaparece cuando uno abandona la voluntad de cambiar y de vivir la vida. Las alternativas están delante de ti: elige una y dedícate a ella. Las acciones te darán nuevas esperanzas y un sentido a tu vida.
Conversación entre Eragon y Saphira, capítulo 'La espada de un Jinete', del libro "Eragon".
"Compra un nuevo brillo de labios... Depílate la ceja y después dibuja su forma... Inyecta 3 ampollas de colágeno en tus labios cubiertos con brillo..." ¿Y esto hará que caiga rendido a tus pies, verdad? Claro que no. Vas a estar en el mismo lugar donde empezaste pero sin cejas. De "Por qué los hombres aman a las cabronas".
"De ese modo perdí yo a mis amigos más interesantes, aparte de por el insignificante detalle de que dejaran a sus novias para salir conmigo sin tener la gentileza de anunciármelo antes." Magda, en "Escrita en tu nombre".
"Eres muy lista. Y muy puta. Lo que has hecho conmigo es el sentido exacto del verbo putear." Andrés a Ana María, en "Blues de Trafalgar".
"Estaba en plena adolescencia y mi cuerpo y mi cabeza eran como el culo de un gremlin comiendo bocadillos en una piscina a media noche, con millones de hormonas volando disparadas en todas direcciones, completamente fuera de control."
"No malgaste sus energías con sentimientos de culpa y pecado. Somos mayores de edad y lo que hagamos a puerta cerrada es cosa nuestra. Debe liberar su mente y escuchar a su cuerpo." Christian Grey a Ana Steele, en "Cincuenta sombras de Grey".
"Las imprentas tienen tanto poder como los sables y las hachas. En algunos sentidos, más. Muchas veces he pensado: si el Demonio hubiera impreso una Biblia, ¿sería tan impopular como lo es ahora?" Cardenal Grimani, en el Prólogo III del libro "Vlad".
"¿Cómo sabemos que los hechos son ciertos? La historia no necesariamente es lo que aconteció, sino lo que alguien dijo que aconteció." John Howe, en el prefacio de "Mundos perdidos".
"La única manera de seguir adelante es siguiendo adelante. Decir "puedo hacerlo" incluso cuando sepas que no puedes." Edgar Freemantle, en "Duma Key".
"Hablé con una señora en silla de ruedas en el furgón del guardia. Era muy simpática, dijo que lo único bueno de ser disminuido era que siempre encontrabas asiento en los trenes." Adrian Mole, entrada del 15 de agosto, de "El diario secreto de Adrian Mole".
"¡También ha dicho que se quiere y se aprecia a sí mismo! Bueno, alguien tiene que hacerlo, supongo." Clare sobre Seb, en su entrada del 19 de abril, del libro "1 diario, 6 protagonistas y alguna cosilla +".
"No puedo creer en Dios más de lo que puedo creer que un mono invisible vive en mi culo." El protagonista (del que desconocemos el nombre), en "La Gárgola".
"La gente no cree que su propia ciudad pueda producir auténticos artistas, pero está dispuesta a creer que en otros lugares los artistas caen de los árboles como fruta madura." Marianne Engel, en "La Gárgola"
"Incluso verdades matemáticas tan fundamentales como 'los iguales pueden ser sustituidos por iguales' o '1 y 1 son 2', pueden ser mal aplicadas: una taza de agua más una taza de palomitas de maíz no es igual a dos tazas de palomitas empapadas. " Fragmento de "El hombre anumérico".
"Cuando un mal nos amenaza, y resulta imposible librarnos de él, ¿por qué nos entregamos al infructuoso miedo, que nos atormenta de forma más intensa aún que el propio mal?" En "La llave del destino".
"Grey es el mago de las marranadas bajo las sábanas. Gregorio también. El problema es cuando las agita para dispersar el gas." Sombra nº 9 del libro "50 sombras de Gregorio".
Entramos sin llamar, como se impone en estos casos; cuando se va a torturar a alguien no tienen sentido algunas normas básicas de educación.
"Cuernífero: pequeño capullo, hijo de perra, que se había tirado a todo bicho viviente mientras salía conmigo. De lo cual parecía estar enterado todo el mundo sobre la faz de la Tierra menos yo." De "Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos".
"De entrada debería estar prohibida la combinación de luz natural y luz eléctrica, porque a mi parecer es algo que fomenta enormemente la tristeza. Encender la luz cuando es de día es como no estar en ningún sitio concreto y en ningún momento concreto, ni dentro ni fuera, ni de día ni de noche, como estar de paso y provisional, y esperando algo mejor." Rodrigo, en "Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos".
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