Mi valoración: 4,5 sobre 5
📖 280 páginas 📖
Sinopsis:
Tomás Laguna podría perfectamente ser un corredor de seguros jubilado que ha llegado a Nidocuervo para disfrutar con tranquilidad de su retiro en compañía de su perro Roco. Y Marta Ferrer podría pasar por una traductora que ha encontrado en el pueblo el sitio ideal para vivir en paz con su hijo Abel. Pero lo cierto es que ambos son verdugos insomnes llegados a ese rincón del mundo con nombres prestados, fingiendo que no son quienes hasta hace poco han sido. Sin embargo, el equilibrio entre la realidad y la ficción que cada uno ha elegido para sí es tan frágil que sucesos tan fortuitos como una tormenta o la elección de una foto para la portada de un periódico resucitarán los fantasmas del pasado, devolviendo a sus vidas una violencia que esperaban haber dejado atrás para siempre.
Me ha gustado mucho este libro, me lo he leído rápido (en 3 días), y ha sido porque ha salido elegido en el club de lectura y porque dijeron que el autor se había muerto hacía un año y así le hacíamos un homenaje, que si no, no pensaba votarle a este. Ha sido un descubrimiento, si el autor es constante, claro (que igual es un Stephen King de la vida y te escribe un libro que te gusta y otro que te horroriza).
El momento en el que Abel se encuentra con Fede y empiezan sus cavilaciones sobre lo que está pasando me ha resultado divertido y me ha dado penita a partes iguales. Lo que no me esperaba era que hiciera lo que hizo, pero claro, cuando lo leí dije "pues sí, tiene lógica" 😆. El final me gusta y me disgusta a la vez, porque por una vez yo quería que acabara mejor. Y el último capítulo, desde la perspectiva de Roco, me ha encantado. Para enmarcar algunas de las frases.
No hay comentarios:
Publicar un comentario