😥Mi valoración: 6 sobre 10😥
Sinopsis:
En 1952, cuando Annie Ernaux tenía doce años, su padre quiso matar a su madre un domingo de junio, a primera hora de la tarde. Años después, esa escena se le presenta a la autora tan diáfanamente cruel como el día en que la vivió. Como en tantas otras familias, sus padres, que se odian entre sí, adoran en cambio a la niña, por lo que, mientras pasan los días y el olvido invade el hogar, el recuerdo de aquel domingo parece convertirse en un mal sueño. Sin embargo esa escena cambió para siempre a la autora: aquella niña y su familia «habían dejado de ser gente decente», y todo había pasado a ser vergonzoso. Annie Ernaux recorre desde los códigos de conducta y las normas sociales que imperaban en su entorno, hasta las noticias del momento, las expresiones más usadas o el temor que infundían las grandes ciudades, para calibrar con exactitud hasta qué punto lo ocurrido la hicieron sentirse indigna.
Este libro es muy lento para mi gusto. Se pasa la mitad del tiempo contándote el contexto para que luego entiendas hasta qué punto a la protagonista le generó vergüenza pertenecer a su familia. Me interesaba saber cómo se sentía, pero para mi gusto tanto contexto no era necesario. Tampoco ocurre nada más que lo que se cuenta al principio, el resto del libro es cómo se sentía ella después.

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